Cuando las copas de vino sin tallo llegaron al mercado por primera vez, los entusiastas del vino no estaban seguros de qué hacer con ellas. El diseño desafió siglos de tradición de beber vino, una noción de extrema importancia en la cultura enológica. Sin embargo, la pura falta de convencionalidad de las copas coincidía con muchas de las emocionantes actitudes de la elaboración del vino en el Nuevo Mundo, como corchos sintéticos o tapones de rosca y vinos atrevidos, deliciosos y afrutados del Nuevo Mundo provenientes de variedades y mezclas no tradicionales. A medida que la elaboración del vino entró en una nueva era, también lo hizo la variedad de recipientes en los que los amantes del vino podían beberlo.

Misma forma, sin tallo

Tradicional copas porque el vino se basa en muchas convenciones que se cree que mejoran la experiencia de beber vino.

• La forma del cuenco varía según los diferentes tipos de vinos para colocar los vinos en la boca junto a las papilas gustativas con mayor probabilidad de percibir los sabores únicos del vino.
• El tamaño y la forma de los bordes dirigen los aromas de la forma más agradable para el tipo de vino que se bebe.
• El material con el que están fabricadas las copas refleja la claridad y el color del vino.
• El tallo le permite sostener la copa sin proyectar el calor de su mano a través del cuenco de la copa y calentar el vino más allá de la temperatura ideal.

Las copas de vino sin pie también hacen todas estas cosas, excepto el elemento final. Se parecen al cuenco de las copas de vino tradicionales, pero carecen del pie. En cambio, las copas de vino sin tallo tienen un punto plano en el fondo del recipiente para que puedas colocarlas con cuidado sobre una superficie. Existen muchas variedades de copas de vino sin pie para diferentes tipos de vino, tanto tintos como blancos.

El bueno y el malo

Lo que más preocupaba a los enófilos era la falta de raíz. Pudieron reconocer la forma única de los cuencos de los vasos, pero muchos encontraron confusa la falta de un tallo. Sin un tallo al que sujetar, ¿cómo se podía evitar calentar el vino? Asimismo, ¿cómo se podría hacer girar efectivamente el vino para observar sus patas y liberar sus aromas sin un tallo por el cual sostener la copa?

Beneficios

Las copas de vino sin tallo en realidad tienen sentido en muchos sentidos y ofrecen distintas ventajas sobre sus primas con tallo.

• La falta de tallos hace que encajen mejor en casi cualquier lugar donde desee colocarlos. Los armarios los mantienen mejor y es fácil lavarlos en la rejilla superior del lavavajillas.
• Los tallos pueden ser frágiles y fáciles de romper. Quitar los tallos hace que los vasos sean más resistentes. Sin tallos, son más fáciles de llevar (cuidadosamente acolchados, por supuesto) para picnics o para llevarlos a casa de un amigo.
• Las gafas reflejan un estilo más acorde con el entretenimiento casual actual. Al quitar los tallos de los vasos, estos parecen mucho menos formales y más accesibles, invitando a un uso diario y casual.
• Incluso sin pie, las copas siguen siendo reconocibles como copas de vino.